domingo, 13 de diciembre de 2009

Un 75% de reducción de emisiones para 2050



Las reducciones de gases contaminantes a la atmósfera deberán reducirse de un 75% a un 95% para el año 2050. Esto es lo que dice el primer borrador de acuerdo de la Cumbre de Copenhage.

Como vemos, es un reto muy, muy ambicioso. En cuarenta años, deberemos adaptar casi toda la energía mundial a fuentes renovables no contaminantes y reducir así del 75 al 95% de los gases contaminantes que emitimos cada año a la atmósfera. Respecto a los niveles de 1990. Esto supone un reto todavía más ambicioso, ya que los niveles de emisones contaminantes para los países desarrollados en 1990 eran mayores que, por ejemplo, para el año 2005 (era una de las trampas del plan de Estados Unidos).

Eso sí, el primer borrador no establece qué medidas ni medios se pondrán a disposición para lograr este objetivo.

Esta mañana, las calles de Copenhage, donde se está celebrando la Cumbre, se llenaron de gente en una manifestación en la que se pedía a los líderes mundiales alcanzar un acuerdo que ayude a nuestro planeta. Ayer, mientras tanto, la Unión Europea anunció su plan de ayudas para los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, cuyo cumplimiento de las exigencias que salgan de Copenhage pondrían en entredicho su capacidad para enfrentarse a retos de desarrollo. Si bien hay países como Francia que no dijeron ninguna cifra, España se comprometió a ayudar con 300 millones de euros entre 2010 y 2013, Suecia, 780 millones de euros y Gran Bretaña, 880 millones de euros.

martes, 8 de diciembre de 2009

Isla danesa de Samsø, una auténtica isla verde

La isla de Samsø, se trata de una isla danesa que cuenta con apenas 114 kilómetros cuadrados y 4.100 habitantes.

La importancia de esta isla tiene que ver con que, en apenas 10 años, ha conseguido convertirse en una verdadera y auténtica isla verde, así como en un verdadero modelo de sociedad para el futuro, al que muchos deberían fijarse.

Esto es así, porque el cien por cien de su consumo eléctrico procede de la energía eólica, a la par que aproximadamente tres cuartas partes de la calefacción utilizada proviene de energías renovables.

Esta historia comenzó oficialmente en el año 1997, momento en que la municipalidad de la citada isla ganó el concurso promovido por el gobierno danés para encontrar un lugar en donde desarrollar un curioso experimento ecológico con tecnología probada y en “condiciones normales”.

El objetivo de tal concurso era el de impulsar el uso de energías renovables, convirtiendo en una isla del país en autosuficiente desde un punto de vista energético, y recurriendo para ello a fuentes de energías limpias.

Para conseguirlo, se instalaron once aerogeneradores de 1 MW cada uno, complementados luego con otros diez aerogeneradores más de 2,3 MW, pero en esta ocasión sobre el mar.

Si bien es cierto que esta electricidad por cable está garantizada desde la península de Jutlandia, sobretodo para aquellos días en que el viento es ciertamente escaso, la producción total de estos generadores supera la cantidad recibida ocasionalmente, de forma que incluso se venden los excedentes a otras partes del país.

El éxito de esta isla se basa en un plan energético riguroso, y sobretodo en la participación vecinal, ya que muchos habitantes tienen participaciones en la propiedad de turbinas, al igual que el ayuntamiento.